Me siento perdida y molesta cuando pienso en nosotros, cuando pienso en vos y en todo lo que me podrías dar. Porque yo te di todo, te entregué hasta lo más puro de mi ser. Te entregué mi mente y mi alma, que son lo más puro y sincero que tengo. Te di mi tiempo, mis ganas de estar, mis ganas de ser, ayudar y escuchar. Te volvería a entregar todo, pero sé que lo vas a tirar. Y tengo miedo en recaer.
Cuando te escucho y te siento, todo se vuelve a acomodar. Nunca sentí ese sentimiento de pertenencia a un hogar como lo siento cuando te tengo con tus brazos en mi espalda y mi cara en tu pecho.
Ojalá algún día se vaya,
o mejor no.
Mi mente no deja de extrañarte, pero sinceramente prefiero llamarla alma, porque no encuentro manera de que solo mi mente pensante desee tu presencia a mi lado, porque creo que debe haber algo más necesitando tenerte conmigo. Hay algo más que pensamientos, hay una sensación, hay sentimientos que te están llamando, pero vos te negás a escucharlos.
Me extraño.
Me extraño con vos.
También te extraño a vos, extraño lo que éramos y extraño verte.
Por favor volvé y no te vayas nunca,
o al menos quedate hasta que yo esté lista para soltarte.
-Maga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario